En 1994 fue reconocido como un trastorno de la alimentación por la American Psychiatric Association, denominándolo Binge Eating Disorder (BED).
El Binge eating, es un trastorno alimentario que se caracteriza por descontroles alimentarios recurrentes en ausencia de la conducta compensatoria inapropiada típica de la Bulimia Nerviosa (por ej. autoinducción del vómito, abuso de laxantes u otros fármacos, ayuno o ejercicio físico excesivo) por lo menos dos veces por semana por un período de seis meses.
Durante estos episodios, la persona afectada ingiere grandes cantidades de comida, generalmente en menos de dos horas, con una sensación de pérdida de control sobre que y cuanto se come, seguido por sentimientos de culpa y por una sensación de enojo / desesperación/ decepción por no poderse controlar.
Diagnóstico
La persona debe manifestar al menos dos de estos cinco síntomas:
Manifestaciones psicológicas
El Binge eating, es un trastorno alimentario que se caracteriza por descontroles alimentarios recurrentes en ausencia de la conducta compensatoria inapropiada típica de la Bulimia Nerviosa (por ej. autoinducción del vómito, abuso de laxantes u otros fármacos, ayuno o ejercicio físico excesivo) por lo menos dos veces por semana por un período de seis meses.
Durante estos episodios, la persona afectada ingiere grandes cantidades de comida, generalmente en menos de dos horas, con una sensación de pérdida de control sobre que y cuanto se come, seguido por sentimientos de culpa y por una sensación de enojo / desesperación/ decepción por no poderse controlar.
Diagnóstico
La persona debe manifestar al menos dos de estos cinco síntomas:
- Deglución mucho más rápida de lo normal,
- Comer hasta sentirse desagradablmente lleno,
- Ingestión de grandes cantidades de comida, pese a no tener hambre,
- Comer a solas para esconder la voracidad,
- Sentimiento de culpa después del episocio, así como malestar al recordarlo.
Manifestaciones psicológicas
- Ansiedad permanente
- Depresión
- Baja tolerancia a la frustración
- Sensación de vacío
- Disforia (respuestas emocionales inesperadas)
- Baja autoestima
- Mujeres y dietas restrictivas
Las mujeres son el grupo de población que parece tener más episodios de atracón. En la mayoría de los casos, el descontrol por la comida es pasajero y no genera más preocupación en quien lo siente. De hecho, y en términos generales, es la mujer la que se preocupa con mayor frecuencia por su peso corporal. Asimismo, presenta mayor tendencia que los hombres a seguir dietas y otras estrategias que le ayuden a controlar su imagen y a perder peso. Esta preocupación excesiva contribuye a distorsionar su propia percepción del hambre y de la saciedad, y le lleva a caer en la tentación de comer de manera más compulsiva.
En el caso del trastorno por atracón patológico, que requiere el asesoramiento experto de psiquiatras y psicólogos, el retrato más común es el de una mujer de mediana edad, con cierta preocupación por su figura y que durante su vida ha hecho dietas de adelgazamiento en diversas ocasiones, aunque no siempre ha recibido un buen asesoramiento por parte de especialistas. Muchas de estas dietas llevadas a cabo son consideradas como dietas milagro.
Ser mujer y padecer sobrepeso u obesidad, junto a una historia de importantes fluctuaciones en el peso, son factores de riesgo muy significativos. El exceso de grasa corporal puede convertirse en parte de la causa y, a la vez, en una consecuencia común de este síndrome.
Tratamiento
Aunque el diagnóstico sea psiquiátrico, el tratamiento debe combinar componentes psicoterapéuticos, psicoeducativos, psicofarmacológicos y, por supuesto, dietéticos.
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