La atención médica
Ante digestiones pesadas difíciles de soportar, se recomienda acudir al médico. Hay que tener en cuenta que son patologías que se tratan de manera eficaz desde la atención primaria, en lugar de dirigirse directamente a las urgencias hospitalarias. Desde este nivel asistencial se estudia si hay alguna causa o enfermedad de base que pueda provocarla, como tener piedras en la vesícula biliar, padecer un cólico hepático u otro problema de salud que se pueda complicar.Las circunstancias personales de cada uno también pueden entorpecer las digestionesEs habitual que cuando el afectado sienta mucho malestar se le indique un tratamiento médico sintomático. Por un lado, se intenta frenar con un antiácido (el más popular es el almagato masticable o en sobres). Si el problema persiste, se le somete a un estudio digestivo que incluye la realización de una ecografía abdominal o una endoscopia digestiva para averiguar si es crónico o se relaciona con alguna patología del aparato digestivo. En los casos crónicos, es imprescindible cambiar primero los hábitos dietéticos y que el paciente no se acostumbre a la medicación. Otros fármacos indicados son los protectores gástricos, como el omeprazol o la ranitidina. El antiácido se toma por la mañana, antes de desayunar, mientras que el protector gástrico se recomienda después de la comida.
Soluciones contra los atracones
Las soluciones médicas no son las únicas para contrarrestar el malestar de las digestiones pesadas y de los atracones. Para combatir las molestias debidas al exceso cometido hay varios remedios. Como parte de los clásicos figuran las infusiones de poleo-menta y manzanilla. Otras dos opciones muy socorridas son la de tomar 20 ó 30 minutos después bicarbonato o sales de frutas con agua, productos que ayudan a suavizar las digestiones pesadas.
También es muy efectivo, según los especialistas, concederse un rato para descansar después de comer y acompañar las comidas con abundante líquido (siempre que no sean bebidas gaseosas), ya que éste aumenta el movimiento intestinal y facilita la digestión. Precisamente, a menudo ésta resulta pesada y se llega al atracón porque se tiende a comer sin freno y sin beber ningún tipo de líquido.
En el caso de los atracones el cuerpo es sabio y el organismo demanda ayuno o alimentos muy ligeros, hervidos o a la plancha. Los recomendados tras un atracón son la pechuga de pollo a la plancha y el pescado o la pasta hervidos, mientras que los desaconsejados y que, por tanto, se deben suprimir son los fritos y guisados. Si el afectado registra síntomas de ardor y de dolor, se recomienda que tome lácteos (leche y yogures), ya que eliminan la sensación de quemazón.
Cómo evitar las digestiones pesadas
- Comer de forma frecuente y en pocas cantidades.
- Hacer seis comidas al día: desayuno, almuerzo a media mañana, comida poco copiosa al mediodía, merienda ligera a media tarde, cenar y tomar algo antes de dormir.
- Retirar los guisos y los fritos de la dieta.
- Cambiar de hábitos dietéticos antes que aficionarse a la medicación, que debe reservarse para situaciones de verdadera necesidad.
- Ser prevenido. Si se sabe con antelación que se va a cometer un exceso en un banquete no está de más llevar consigo la medicación para contrarrestarlo.
- Siempre que sea necesario hay que tomar el protector gástrico por la mañana, antes de desayunar, y un antiácido media hora después de la comida.
- Intentar que la duración de las comidas que se prevén copiosas como las de Navidad, se alarguen para digerir mejor los alimentos.
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