A continuación les dejamos algunas preguntas de reflexión sobre cómo encaramos nuestro tratamiento.
¿Cuándo me desvío del plan?
¿Qué pasaría si abandono el tratamiento?
¿Y si vuelvo a anotar, cocinar sano, planificar las comidas, las caminatas, tomar la medicación, controlarme la presión, las glucemias?
¿Qué significa para mí un “permiso”? y un “gusto”?
¿Cómo me sentiría si al subir a la balanza igual bajé de peso?
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