Viajes con onda verde
En varios puntos de la Ciudad, los turistas buscan mercados y restaurantes con productos orgánicos.
Fuente: www.perfil.com
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En varios puntos de la Ciudad, los turistas buscan mercados y restaurantes
con productos orgánicos. Los porteños también están siguiendo ese rumbo.
Por Analia Melgar (*)
Más que una moda, consumir productos orgánicos es parte de una forma de vida.
En Europa y en Estados Unidos, conseguirlos es sencillo. En la
Argentina, estas sanas delicias todavía están algo escondidas y los
turistas son quienes más van en busca de ellas, acostumbrados a
consumirlas. Se las encuentra haciendo un pequeño tour por algunos barrios de Capital Federal y por los alrededores del GBA.
Así se redescubren los tomates con verdadero gusto a tomate o pollos de
color amarillo en vez de los blancos inflados con hormonas. Todo lo
ofrecen comerciantes apasionados por su labor, que ayudan a tomar
conciencia de la relación del ser humano con el mundo.
Primero hay que saber de qué se trata. El ingeniero agrónomo Gustavo
Otamendi cuenta: “La producción orgánica se entiende también como
ecológica o biológica. Deriva de manejar el suelo y el ambiente en condiciones saludables, para no usar agroquímicos.
El producto orgánico tiene una certificación que garantiza que se han
cumplido los principios mencionados. Existen varias certificadoras (por
ejemplo, Argencert SRL, Letis SA, Organización Internacional
Agropecuaria), a su vez, supervisadas por el Servicio Nacional de
Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa). Sus nombres y verificaciones
aparecen en los empaques. También hay productos sin certificación, pero pueden ser naturales, si el proveedor o chacarero no usó agroquímicos.
Los productos orgánicos no contienen agroquímicos o residuos indeseables,
tienen mejor calidad de proteínas y más cantidad de hierro, litio,
magnesio y calcio. Además, su sabor es más agradable. Pese a estos
beneficios, el 95% de la producción argentina de orgánicos se exporta;
eso sí, el 5% que se consume localmente es una proporción mayor a la de
los demás países latinoamericanos”.
Desde 1994, se fabrican más productos orgánicos y se consiguen en
algunos supermercados y casas dietéticas. Pero ya es posible armar un
recorrido íntegramente orgánico, entre locales, ferias y delivery.
Por su parte, Pablo Moscato, responsable de Organicoopers. Guía natural, urbana y orgánica, reconoce que muchos puntos de venta orgánicos se concentran en el barrio de Palermo
–la calle Gorriti, sobre todo– y, en general, en el norte de la Ciudad;
en el GBA, en zona oeste y zona sur. Pese al boom de la temática,
advierte que “se trata de un cambio genuino en la persona, que busca
cuidar su salud, el planeta, y se inclina por un estilo de vida asociado
con el reciclaje y las terapias alternativas. Pero aún hace falta mucho
esfuerzo en difundir y educar; de allí que hoy todavía no es un gran
negocio poner algo orgánico”.
Mientras tanto, ¿a dónde van los turistas para conseguir las materias
primas nacidas con los métodos ancestrales? El mercado orgánico más
establecido en Buenos Aires es el Centro Comunal de Abastecimiento y se
lo conoce como El Galpón, en Av. Federico Lacroze 4171:
allí, al final de una callecita empedrada, los miércoles (de 9 a 13) y
los sábados (de 9 a 18) hay mucho para saborear y comprar, entre los
puestos con fruta, verdura, semillas, yerba, carne, huevos, leche, queso, yogur…, y también orgánicos no comestibles como lana, algodón, cosméticos.
También está el mercado Punto Verde: Dorrego 1429, los viernes y sábados, de 10 a 19. El Barrio Chino (Arribeños entre Juramento y Monroe) también tiene mucho que ofrecer al respecto.
Otros locales: 100% Natural (Bulnes 2042), Artesano (Lucio N. Mansilla 2748), Buenos Aires Verde (Gorriti 5657), El Rincón Orgánico (Castillo 695). Y atravesando la General Paz, los sábados de 10 a 18, se arma el mercado Sabe la Tierra,
en la Estación San Fernando del Tren de la Costa (Madero y Rosario,
altura Libertador al 1000). Sin salir de casa, varios delivery: www.talloverde.com, www.delahuertaasumesa.blogspot.com.ar, www.maoar.com, www.jardinorganico.com.ar.
También hay otro circuito, muy aprovechado por los extranjeros, el de los restaurantes orgánicos: Pura Vida Juice Bar (Reconquista 516), Arevalito (Arévalo 1478), Artemisia (José Antonio Cabrera 3877), Green Go
(Mariscal Antonio José de Sucre 2602). Y para seguir investigando,
están el Movimiento Argentino para la Producción Orgánica-MAPO (www.mapo.org.ar); la Asociación Vida Sana, de España (www.vidasana.org); o la Soil Association de Inglaterra (www.soilassociation.org).
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