El wok es un utensilio que permite una manera sana de cocinar las carnes y vegetales conservando sus nutrientes, sabores, colores y texturas.
Es similar a una sartén, pero más profunda y con asas a ambos lados. También posee una tapa y rejilla que ayudan a utilizarlo para la cocina al vapor de vegetales y frutas, y permitir que las carnes se desgrasen durante la cocción.
Al distribuir el calor en forma pareja por toda la superficie, los alimentos se cocinan en menos tiempo, evitando el uso de sustancias grasas como la manteca y el aceite.
El wok tiene distintas variedades de tamaño y material, siendo los confeccionados con hierro o aluminio ordinario los más convenientes por su facilidad para transmitir el calor a toda la pieza en forma suave y pareja.
Consejos para su uso:
- Si el wok es nuevo, untarlo con un poco de aceite, llevarlo al fuego y dejar quemar. Enjuagar, y repetir la acción varias veces hasta formar una película. Secarlo bien antes de guardarlo.
- Calentarlo a fuego máximo y luego agregar los alimentos cubiertos con rocío vegetal o cubrir el wok con el rocío retirándolo de la hornalla y añadir inmediatamente la carne u hortalizas para que no se quemen.
- Si se va a cocinar carne, dorarla, removiendo constantemente con espátula de madera o moviendo el wok en forma circular. Luego retirar y agregar las hortalizas de acuerdo a su tiempo de cocción. Por ej: primero la cebolla, el ají y la zanaoria y luego los zapallitos, champiñones y la carne nuevamente.
- Una vez que se incorpora la carne nuevamente, se puede condimentar con vino, salsa de soja y sal y continuar la cocción.
- Servir inmediatamente al terminar la cocción para que los vegetales queden crocantes.
- Luego de utilizarlo, limpiarlo con agua caliente y un paño y secarlo completamente para evitar que se oxide o deteriore. Después de hacerlo y antes de guardarlo, untarlo con un trozo de papel de cocina con aceite.
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