El bombardeo es constante: se ofrecen en avisos publicitarios "quemadores de grasas", cremas, plantillas, pulseras, fajas y otro tipo de aparatos con capacidades milagrosas, pero la realidad es que no son útiles para bajar la panza. "No sirven para nada. Sólo son para perder dinero", afirmó la especialista Mónica Katz, de la Universidad Favaloro.
Tampoco hay evidencia seria que avale la utilidad de prácticas alternativas como la acupuntura, el láser o la auriculoterapia para tratar la obesidad. Ni sirve hacer abdominales. "Sólo endurecen la pared abdominal. Lo recomendable es hacer caminatas y reducir la cantidad de comida ingerida", señaló Katz.
La especialista desaconsejó el consumo de los "cócteles para adelgazar". Porque los preparados que incluyen mezclas de medicamentos, como anfetaminas, diuréticos, hormona tiroidea, laxantes y ansiolíticos pueden causar graves efectos adversos, desde irritabilidad, calambres y temblores hasta hemorragias cerebrales, arritmias y hasta la muerte.
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