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martes

El coaching corporal

La palabra del cuerpo

El Coaching Corporal trabaja sobre lo que dicen las posturas y los gestos del bienestar del organismo no sólo para expresarnos sino para mejorar la salud. 

Por Fernanda Bustos. Fotos: Silvia Bordoni 

Fuente: revista Mia

La cultura occidental le ha permitido expresarse a la mente pero le ha negado al cuerpo su capacidad de comunicar. Según estudios científicos, el lenguaje no verbal (posturas, gestos, miradas, etc) representa un 93% de nuestra comunicación, con lo cual, habla más por sí mismo más que el propio lenguaje.


Poder hablar con el cuerpo y escucharlo cierra el circuito armónico de bienestar: “El cuerpo grita más fuerte que mil palabras”, sostiene Melissa Corrales, docente de Coaching Corporal de la Escuela Latinoamericana de Coaching (ELAC).
Para volver a desarrollar esa capacidad es que trabaja el Coaching Personal. El objetico es volver a expresar las emociones y la mente a través del cuerpo así como entender qué nos pasa tomando conciencia del cuerpo. “Yo me definía como una persona tímida, pero, en realidad, a mi mamá no le dijeron, cuando vine al mundo, que había tenido una tímida sino una nena. Después, me constituí en mi vida en base a las acciones que hice. En cuanto lo pude distinguir, pude cambiar esas acciones y dejé de ser tímida”, grafica Melissa Corrales. 

Imposturas
Cuando el dolor de la contractura muscular nos ataca, recién ahi reconocemos que estamos nerviosos. Cuando más de un vaso se nos cae de la mano y se rompe, tratamos de buscarle una razón desde la mente. Sin embargo, tanto lo emocional como la enfermedad pueden corregirse modificando lo que dice el cuerpo. Los especialistas defienen al Coaching Corporal como una experiencia vivencial que consiste en poder cambiar la forma en que nos observamos a nosotros mismos y a nuestro cuerpo, como un paso previo a cambiar nuestra forma de actuar. Para eso se sirve de varias disciplinas – eutonia, ontología del lenguaje, juegos teatrales, meditación, dramatizaciones - buscando que a través de un cambio en el cuerpo, se puedan obtener cambios en las emociones, estados de ánimo, creencias y vínculos, tanto en nosotras como en los demás, de la misma manera que destrabar los caminos que llevan a la enfermedad.
La ansiedad se refleja en el cuerpo con posturas excesivas y eléctricas. "Si yo estoy tenso, fabrico y genero una persona ansiosa”, afirma Corrales. Cambiar la postura corporal, baja la tensión interna. Para entender esta acción más fácilmente, alcanza con ver qué pasa cuando bailamos: de inmediato, sentimos alegría, relax y hasta pasión. Del mismo modo, lo que los coachings llaman Disposiciones Corporales son posturas que tienden a equilibrar mente, cuerpo y emociones cuando se disparan situaciones negativas.
“Un ejercicio que se hace en las clases es invitar a las personas a que creen movimientos nuevos, que no los piensan. Así, el cuerpo empieza a operar de otra manera y solo. La gente se sorprende, sobre todo el que se define a sí mismo como estructurado y termina bailando como una mariposa sin parar”, afirma Daniel Rosales, director de ELAC.
El Coaching Corporal no es una gimnasia que entrena el cuerpo, sino una experiencia vital que permite tomar conciencia de él. Esta práctica permite transformarse y sostener esa transformación en el tiempo. 

Flexibilidad: 
En esta posición aparece el movimiento porque tiene que ver con lo externo, las personas, los grupos humanos. Nada se puede predecir, todo es leve, liviano, cambia de dirección en cualquier momento. Permite amar sin esperar nada a cambio, soltar apegos o juicios. Físicamente, tiene relación con el asma, bronquitis, problemas cardíacos y de columna dorsal. En cuanto a las emociones, manifiesta la apertura al mundo y los otros. Posición: cuerpo siempre en movimiento, suelto, relajado, subir y bajar los brazos como alas de pájaro, sonrisa en la cara.

Estabilidad
Esta posición está relacionada con el tener cosas materiales, la supervivencia, la seguridad y el arraigo. Físicamente tiene que ver con el movimiento o su falta y, emocionalmente, con la constancia y paciencia para los proyectos, la disciplina y la incapacidad de aceptar los cambios. Posición: piernas separadas al ancho de las caderas, peso del cuerpo repartido en toda la planta del pie, rodillas flexionadas, contraer levemente abdominales y glúteos. Levantar los brazos, con las palmas de las manos hacia arriba, por el frente del cuerpo lentamente e inspirando. Retener dos segundos. Bajar los brazos con las palmas de las manos hacia abajo, exhalando. 

Apertura
Esta posición permite desatar nudos, diluye. La maternidad es un gran ejemplo de apertura. Desde lo físico, está relacionada con problemas renales, rigidez articular y muscular. Emocionalmente, facilita el escuchar, el observar, el esperar, el guardar silencio, ceder, retroceder y aceptar. Posición: de pie, piernas separadas, rodillas flexionadas, con el peso del cuerpo en los talones, brazos al lado del cuerpo. Durante un minuto, mover la cadera amplia y lentamente adelante y atrás, volver a la posición un minuto y repetir. 

Resolutividad
Esta posición se relaciona directamente con el ego y la autoestima. Sustenta el poder personal y la capacidad de acción. Las personas resueltas avanzan, son muy vitales y energéticas. Físicamente está relacionada con los problemas gástricos y hepáticos, cuello y hombros rígidos y dolores de cabeza. A nivel emocional, con el entusiasmo, la depresión y la energía para hacer Posición: de pie, piernas apenas separadas, llevar el peso del cuerpo hacia adelante, sobre la punta de los pies.

 


 

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