Felicidad obligatoria
Ricardo Coler
A todo el mundo le gusta pasarlo bien, pero estar feliz permanentemente es insoportable. Vivimos bombardeados por artículos de diarios y revistas de actualidad, programas de televisión, estudios científicos en la Web que promueven la búsqueda de LA FELICIDAD como un objetivo indiscutible. Hasta existe la llamada “economía de la felicidad”... La verdad, un poco cansan. ¿No nos volveremos seres permanentemente insatisfechos si perseguimos algo tan incierto e inasible? ¿No es una trampa mortal presionar para que la gente sea feliz, aunque el ser humano no esté preparado para eso? La felicidad es antifisiológica. Algo similar ocurre con la sexualidad. Tanto consejo para ser plenos en la cama nos hace creer que si estudiamos y nos entrenamos podemos alcanzar el paraíso. Mienten, la sexualidad y el amor siempre fueron cuestiones complicadas que no aseguraron la felicidad.
Ricardo Coler, autor de los éxitos editoriales El reino de las mujeres y Eterna juventud, elige
Ricardo Coler
A todo el mundo le gusta pasarlo bien, pero estar feliz permanentemente es insoportable. Vivimos bombardeados por artículos de diarios y revistas de actualidad, programas de televisión, estudios científicos en la Web que promueven la búsqueda de LA FELICIDAD como un objetivo indiscutible. Hasta existe la llamada “economía de la felicidad”... La verdad, un poco cansan. ¿No nos volveremos seres permanentemente insatisfechos si perseguimos algo tan incierto e inasible? ¿No es una trampa mortal presionar para que la gente sea feliz, aunque el ser humano no esté preparado para eso? La felicidad es antifisiológica. Algo similar ocurre con la sexualidad. Tanto consejo para ser plenos en la cama nos hace creer que si estudiamos y nos entrenamos podemos alcanzar el paraíso. Mienten, la sexualidad y el amor siempre fueron cuestiones complicadas que no aseguraron la felicidad.
Ricardo Coler, autor de los éxitos editoriales El reino de las mujeres y Eterna juventud, elige
esta vez un formato similar al de los libros de autoayuda para preguntarse también, entre otras cosas, por qué, si a nadie le gusta tener miedo, son tan exitosas las películas de terror; cómo se llega a ser presidente con enorme cantidad de votos y luego desilusionar al electorado, y si ser gay no estará de moda. Además, nos cuenta por qué piensa que la gente muy buena —o muy sonriente— es de temer; que, paradójicamente, el matrimonio sólo funciona cuando la pareja se deja de querer, y que, tal vez, haya que prestarles atención a los chismosos y, en lugar de criticarlos, averiguar a qué se debe que estén ganando tanto espacio.
Con un humor sutil que desbarata tanto las certezas como los saberes construidos, Felicidad obligatoria nos invita a reírnos de nosotros mismos, así como a interrogarnos sobre nuestra relación con el mundo y averiguar de qué materia estamos hechos.
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