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sábado

Espirulina
Valor Nutricional y Terapéutico
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El alga espirulina es comercializada internacionalmente como suplemento dietético de calidad excepcional, y no como medicamento, aunque numerosos estudios señalan su valor terapéutico.
En su composición tiene un alto porcentaje de proteína (65 a 70%), todos los aminoácidos esenciales y nueve no esenciales; minerales como potasio, calcio, zinc, magnesio, manganeso, selenio, hierro y fósforo; todas las vitaminas del complejo B, vitamina E, etc.
También contiene azúcares complejos naturales, carotenoides, enzimas y solo 7% de grasas, en forma de ácidos grasos esenciales. Muchos la consideran como una alternativa de alimentación en el futuro, sobre todo para países del tercer mundo.
Por: Amelia Galdo Fernández
Después del regreso de Cortés a España, López de Gomara, escribió La conquista de México a partir de los documentos del conquistador, y quizás bajo sus instrucciones o dictados. Refiere que los pobladores aztecas consumían como alimento cierta sustancia azul verdosa que llamaba tecuitlatl, "un tipo de tierra; pues con la ayuda de redes de malla muy menuda, abarren, en cierto tiempo del año, una el cosa molida que se cría sobre el agua de las lagunas de Méjico, y se cuaja, y que ni es yerba, ni tierra, sino como cieno. Hay dello mucho; y en eras, como quién hace sal, la vacían, y ahí se cuaja y se seca. Hócenlo tortas como ladrillos, y no solo las venden en el mercado, más llévanlas también a otros fuera de la ciudad y lejos".
Reportes más contemporáneos señalan que los kanembous, habitantes de Kanem, al norte de Chad (África), cosechan de sus lagos un alga, que luego preparan como alimento (70% de su dieta): el dihé, que recuerda al tecuitlatl. Ambas son preparaciones alimenticias de alto contenido proteico, cuyo componente esencial es la espirulina.


La espirulina y su composición
La espirulina es un alga fotosintética pluricelular, minúscula, de color verde azulosa (Cianophyceae), de apenas medio milímetro de longitud. Habita el planeta desde hace tres mil millones de años. Crece y se multiplica en las aguas saladas y muy alcalinas de ciertos lagos en África, en Asia subtropical y tropical, y en América. Después de su aislamiento por Turpin en 1827 de un arroyo de agua fresca, se han encontrado diferentes especies, en ambientes como tierra, arena, agua de mar y agua dulce. La palabra en Latín spirulina significa espiral pequeña, referida a la forma de su estructura. Debe el color verde a la clorofila, y el azul a la ficocianina.
En su composición hay un alto porcentaje de proteína (65 a 70%), todos los aminoácidos esenciales y nueve no esenciales, en perfecto balance; minerales como potasio, calcio, zinc, magnesio, manganeso, selenio, hierro y fósforo; vitaminas como piridoxina (B6), biotina, ácido pantoténico, ácido fólico, inositol, niacina o ácido nicotínico, riboflavina (B2), tiamina (B1), tocoferol (E). cianocobalamina (B12). También contiene azúcares complejos naturales, carotenoides, enzimas y 7% de grasas en forma de ácidos grasos esenciales.


Acción nutricional y terapéutica
El aporte proteico de la espirulina es muy superior al de otras fuentes tradicionales (pescado, 10%; soya, 30-35%; leche, 3%; maní, 25%; huevos, 12%; granos, 8%; carne, 20-22%). Como carece de celulosa dura en la pared celular, proporciona mejor digestibilidad de la proteína (95%), por lo que favorece a los individuos con mala absorción intestinal.
Los ácidos grasos esenciales se encuentran en proporción mayoritaria dentro de los lípidos constituyentes. En particular, el ácido ?-linolénico es precursor de las prostaglandinas (PGE), y en algunas investigaciones se ha encontrado una disminución de este ácido graso y la PGE en enfermedades degenerativas. Se ha podido comprobar también un efecto beneficioso del ácido ?-linolénico en las artritis, la obesidad, el alcoholismo, enfermedades neurosiquiátricas y en estados inflamatorios.
Como otras algas, absorbe y forma complejos orgánicos naturales con oligoelementos muy importantes, los que son fácilmente asimilados por el organismo. Los minerales inorgánicos son necesarios para la reconstrucción estructural de los tejidos corporales, y participan en procesos como la acción de los sistemas enzimáticos, la contracción muscular, las reacciones nerviosas y la coagulación de la sangre.
El selenio, el cinc y el cobre, por ejemplo, forman parte de funciones bioquímicas importantes en la preservación de la estructura y función de los tejidos en el sistema nervioso central, además de poseer una marcada acción antioxidante. De hierro —elemento esencial para la producción normal de hemoglobina— tiene unas veinte veces mayor contenido que los alimentos comunes más ricos. Estudios acerca de la biodisponibilidad de hierro presente en el alga plantean que es absorbido en un 60% más que el presente en las tabletas de sulfato ferroso. Una ventaja de la espirulina sobre otras algas es su bajo contenido de yodo y sodio, lo que hace que mayor número de personas puedan consumirla.
Es uno de los alimentos más ricos en betacarotenos (Provit.A), constituyente que, junto con la vitamina E, protege a las células contra deterioro causado por los radicales libres (antioxidante). La vitamina A es esencial para las células epiteliales y para un crecimiento normal.
En general, la vitamina E se absorbe limitadamente, por lo que su déficit en el organismo es frecuente. Se conoce que esta vitamina es esencial para proteger la integridad y estabilidad de la membrana axonal. Las vitaminas del importante complejo B tienen funciones estrechamente relacionadas, por lo que el déficit de cualquiera de ellas afecta el metabolismo de las otras. Excepto la niacina, sintetizada a partir del triptófano en el organismo humano, estas vitaminas deben obtenerse de fuentes exógenas (vegetales, carnes) o a partir de los microorganismos de la flora intestinal, como es el caso de la B12. La B1 —factor más importante en el metabolismo del sistema nervioso central— no solo es aportada directamente por la espirulina, sino que su absorción se hace más eficiente por el incremento que produce de los lactobacilos.
El ácido fólico y la vitamina B12 (cianocobalamina) son vitaminas con funciones cooperadas en la síntesis de nucleótidos purínicos y pirimidínicos, y en la obtención de metionina. El déficit de ácido fólico y B12 tiene su causa más común en una alimentación insuficiente, pudiendo aparecer desórdenes polineuropáticos y neurosiquiátricos. Los requerimientos de vitamina B12 diarios se alcanzan con solo ingerir 3 g de espirulina, sin necesidad de adicionar ningún otro producto de origen natural.
Contiene los ocho aminoácidos esenciales, es decir, aquellos que deben ser tomados en los alimentos, pues el organismo humano no puede sintetizarlos.
La síntesis de las proteínas humanas los requiere en su conjunto, y son necesarias para favorecer el crecimiento y mantener la salud. La abundante cantidad de metionina presente posibilita la formación de colina, precursor de la mielina, y junto a la cisteína constituyen la fuente de azufre para la conversión del cianuro en tiocianato, por lo que juega una función de destoxificación en relación con el cianuro.
Su contenido de fenilalanina justifica su empleo en dietas de adelgazamiento. Este aminoácido actúa como supresor natural del apetito, pues produce una sustancia conocida como colecistokinina, la que actúa rápidamente sobre el hipotálamo, centro que controla la sensación de apetito.
La ficocianina —presente en altas concentraciones en esta alga— ejerce efectos antioxidantes y antinflamatorios demostrados.
La espirulina es comercializada internacionalmente como suplemento nutricional o dietético de calidad excepcional, y no como medicamento, aunque numerosos estudios señalan su valor terapéutico.

Investigaciones y Estudios: los mejores Resultados
Investigaciones realizadas desde la década del 1980 indican que produce buenos resultados cuando se emplea como suplemento dietético en pacientes con afecciones intestinales o renales, diabetes mellitus, acné, enfermedades cardiovasculares, cáncer o sida. El consumo de vitaminas y minerales en esta fuente natural es ventajoso con respecto a sus análogos sintéticos, ya que se encuentran enlazados a complejos de proteínas, hidratos de carbono, lípidos y quelatos, que en su conjunto son fácilmente asimilables por el organismo.
Reportes científicos señalan efectos beneficiosos de la espirulina en el tratamiento de algunas enfermedades que presentan desórdenes neuropáticos asociados, como la diabetes, algunos tipos de tumores y anemias, bien sea por el control de los niveles de azúcar en sangre, por su efecto antioxidante o por el aporte de grandes cantidades de hierro, ácido fólico y vitamina B12, respectivamente. También posee actividad antiviral contra varios virus patógenos, atribuida en parte a su contenido en sulfoglicolípidos, lo que puede estar relacionado con su capacidad para aumentar la respuesta inmune y estimular la función de los macrófagos.
Estudios recientes reportan la posibilidad que tiene de fortalecer el sistema inmunitario. La presencia de alto contenido en ácidos grasos polinsaturados y su acción hipocolesterolémica constituyen, sin duda, ventajas adicionales en la preservación de la salud. Por último, favorece la función renal al eliminar sustancias tóxicas del organismo y reduce los efectos colaterales de algunos fármacos. Al parecer, los efectos beneficiosos de la espirulina radican en la acción sinérgica de sus componentes, los que no presentan efectos secundarios ni crean dependencia.


Suplemento Nutricional
Como suplemento nutricional se recomienda tomar de 2-3 tabletas o cápsulas (de 400 mg) con las comidas. En forma de polvo, una cucharada sopera, que se puede añadir a una onza de jugo de frutas para hacer más agradable su sabor. Como coadyuvante en dietas de adelgazamiento se recomiendan de 6-9 tabletas al día (0,5-1 hora antes de las comidas).
Gracias a la calidad nutricional del tecuitlatl, hoy se reconoce que este jugó un rol muy importante para asegurar una alimentación suficiente, correcta y equilibrada en el pueblo azteca, asentado con una agricultura primitiva y con poca diversidad alimenticia.
Conocedores de la riqueza de la espirulina fomentan actualmente su cultivo experimental e intensivo en diferentes latitudes. En cultivo, los rendimientos promedio por hectárea son del orden de 15 a 20 t secas/año, o sea, de 9 a 12 t/ha/año en proteínas, aunque se manifiestan valores muchas veces superiores (1 ha de maíz produce aproximadamente, tan solo, 400 kg). Este organismo vegetal se ha convertido en un blanco de la dietética. Investigaciones con resultados muy interesantes y optimistas han mostrado que es posible tratar y mejorar los estados de malnutrición proteíno-energética en niños utilizando la espirulina. Muchos la consideran como una alternativa de alimentación en el futuro, sobre todo para países del tercer mundo.


¿Sabía usted que...?
Los mensajeros aztecas, cuya gran resistencia les permitía correr durante días y días, llevaban como alimento las tortas de alga espirulina.
También nuestro recordista mundial de salto alto Javier Sotomayor, y el campeón olímpico Lee Evans, dos veces medalla de oro y poseedor de cuatro marcas mundiales en campo y pista, han reconocido el consumo de la espirulina como suplemento nutricional.
En general las algas constituyen valiosos complementos de la nutrición. Japón es el país donde más algas se consumen por habitante, y el que más las produce y exporta. 


Tal vez esa es la razón por la que la mayoría de las especies comercializadas poseen nombres de origen japonés: 
Nori. Algas rojas o púrpuras, típicas para la elaboración de sushi. De color negruzco al secarse y verdes tras la cocción. Suelen venderse en forma de hojas finas y secas, similares al papel.
Kombu. Son utilizadas para preparar un caldo denominado dashi. Su aporte de calcio, hierro, potasio y yodo es notable.
Hijiki. Algas muy populares en la cocina nipona. Sus minúsculas ramitas, cuando se ponen a remojo, se asemejan a los fideos negros.
Arame. Similar al anterior, aunque más dulce y menos crujiente. De color pardo amarillento si están crudas, y negruzcas de estar cocidas.

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