La información contenida en esta web, tiene carácter informativo y en ningún momento sustituye a la que le haya sido administrada por su médico o reemplaza la consulta médica. En caso de cualquier duda o aclaración, consulte a su médico

domingo

Salir de Fiesta

Salir de fiesta y alimentarse bien

Una buena alimentación sirve para hidratar el cuerpo y sumar fuerzas para divertirse en vacaciones
Salir de fiesta y alimentarse bien



Durante los días de verano se suceden las fiestas populares, los festivales de música y las escapadas con amigos sin horarios ni más obligación que disfrutar. Pero esto no tiene por qué estar reñido con una buena alimentación que hidrate el cuerpo y sume fuerzas para divertirse a tope en las vacaciones. En verano se presenta más de una oportunidad de desordenar los hábitos, comer de más o de menos, y alargar las noches. Las fiestas del pueblo, un concierto o un fin de semana sin adultos son ocasiones en las que se descuidan las porciones justas, se olvidan las cinco tomas diarias e incluso se reduce la ingesta adecuada de agua, y más si hace calor. Si se está sano y no se sufre ninguna dolencia, los excesos no descontrolados no tienen por qué pasar factura. Sin embargo, la alimentación, una vez más, puede convertirse en una aliada y no en un problema.

Después de unos días de desorden alimenticio, se tiene la sensación de haberse alimentado mal y de haber ganado peso. La causa es sencilla: la alimentación ha podido ser caótica, pero no escasa, y muy calórica, fundamentada en alimentos grasos o con demasiados azúcares, lo que dificulta el tránsito intestinal. Además, si la hidratación no ha sido correcta y se ha dejado el agua de lado, a la vez que se ha abusado de otras bebidas, es fácil que se padezca una retención de líquidos. Ante esta situación, se pueden tomar medidas a posteriori y realizar una dieta depurativa, pero también se pueden evitar las malas consecuencias sin restar un ápice de disfrute.
Sea al mediodía o por la noche, aunque haga calor, se debe ingerir una comida caliente cada 24 horas. El alimento cocinado permite un mejor aprovechamiento de algunos nutrientes, su composición es más heterogénea y activa las enzimas en el estómago y los intestinos, lo cual predispone a una mejor digestión. Sentarse a comer es también importante y no hay duda de que un alimento caliente obliga a una mejor disposición y mayor atención.
Si solo se consume una comida caliente cada jornada, tienen que estar presentes los hidratos de carbono, como pasta, arroz o cuscús, acompañados de verduras. Las proteínas siempre son más fáciles de introducir en una dieta fría. Por este motivo, es mejor elegir los pasta con verduras o un plato combinado de arroz y leguminosas y dejar el jamón, las pechugas y los huevos.

La fruta, una gran aliada

Refrescante, asequible, saciante, apetecible, variada y atractiva. La fruta es un bocado de salud, vitaminas, glucosa, fibra y antioxidantes. Para mejorar el desayuno tomado al mediodía, o para la merienda tras una larga y reponedora siesta, sirve cualquier fruta. Si se adquiere el hábito de comer un par de frutas como colación, el bienestar que proporciona lleva a que la persona acostumbrada a su ración de fruta, la busque.

Encontrarla es cada día más fácil, ya que cada vez es más común que la fruta se venda por porción y no por peso, lo que acerca al consumidor a interpretarla como un refrigerio, más aún en verano, cuando las frutas estivales se alían con la piel y el cuerpo. Especial atención merecen los más pequeños, que en estos días de fiesta tienden a abusar de dulces. Se puede convertir la fruta en una golosina en forma de helado o brochete, lo que facilitará el objetivo de comer fruta, además de helados.

Cambiar horarios pero no buenos hábitos

Si las noches se convierten en día o la hora tope de acostarse se alarga hasta medianoche, no hay excusa para dejar de alimentarse bien. En el caso de quienes se acuesten de madrugada, es mejor hacerlo con algo sólido en el estómago. Un sancwiche de atún o jamón magro, un yogur, ayudan a dormir, a descansar y, sobre todo, a levantarse con mejor temple. Es adecuado acompañarlo de una fruta, un jugo suave, como el de manzana , y un par de vasos de agua fresca.
La misma dieta se puede utilizar en el caso de los más pequeños que, acostumbrados a cenar e ir a la cama, rompen con la norma y luchan contra el sueño para ver los fuegos artificiales en días de fiesta. Si el cansancio va a ganar la partida, un vaso de leche templada también puede servir de aperitivo nocturno. Además, acostarse tarde implica despertarse tarde y hacerlo con orden es clave para que el malestar desaparezca cuanto antes. Es muy apropiado tener a mano algo caliente, pero no contundente. Un caldo, una sopa o una crema de verduras ayudan a superar las resacas y desintoxican el cuerpo, aunque nunca debe olvidarse que hay que tomar agua.

El agua hidrata y tambien depura

Mayores, pequeños, adolescentes y jóvenes deben consumir al menos un litro y medio de agua al día. Hidratarse es todo un reto para las personas mayores y una obligación para los bebés y los niños, pero también es la mejor acción que se puede repetir para lograr el bienestar de jóvenes y adultos, en especial, cuando se descuida la alimentación.
El agua constituye el medio en el que se diluyen los líquidos corporales (sangre, secreciones digestivas, orina), posibilita el transporte de nutrientes a las células y de productos de desecho, ayuda a la digestión al diluir los nutrientes de los alimentos, al tiempo que contribuye a regular la temperatura corporal mediante la evaporación por la piel. Mantener el cuerpo hidratado es clave para evitar la deshidratación. Para depurar los excesos de las fiestas veraniegas también se puede echar mano de jugos y caldos depurativos, pero nunca debe olvidarse que el agua realiza funciones vitales como regular la temperatura corporal o transportar los desechos a los sistemas de eliminación y depuración del cuerpo, y no tiene sustituto

fuente: Alimenta.com.uy

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ratings and Recommendations by outbrain