Por: Lic. Agostina Marini
Hoy en día, la excesiva preocupación por la imagen corporal acompañada de una gran variedad de productos “light” presentes en el mercado permite que estos alimentos se ingieran en exceso o de forma innecesaria. Leer las etiquetas nutricionales
nos ayuda a decidir si son adecuados a nuestras necesidades y si vale
la pena consumir estos productos u optar por su versión original y
consumirlos en menor cantidad. Si queremos lograr nuestro objetivo de
mantener un peso saludable o adelgazar,
debemos incorporarlos como parte de una alimentación sana y combinarlos
con buenos hábitos alimenticios y ejercicio físico regular.
Los tres términos
* "Dietético"
No
son necesariamente productos reducidos en calorías. El Código
Alimentario Argentino (CAA) define a los “dietéticos” como aquellos
alimentos preparados especialmente y que se diferencian de los
originales en su composición u otras propiedades resultantes del proceso
de fabricación, o de la adición, sustracción o sustitución de
determinadas sustancias.
Están destinados a satisfacer las
necesidades particulares de nutrición y alimentación de determinados
grupos poblacionales (celíacos, hipertensos, diabéticos, con colesterol
alto, lactantes, etc.).
Entre estos alimentos podemos encontrar
los libres de gluten, los infantiles, los enriquecidos y fortificados,
los adicionados con fibra, los modificados en su composición nutricional
y los suplementos dietarios. Las galletitas sin sal agregada, las
tostadas con gluten, las leches fortificadas con hierro o sin lactosa,
son ejemplos de alimentos dietéticos.
* "Diet"
Esta
palabra, que significa "dietético" en Inglés, no está incluida dentro
de los términos permitidos por nuestras normativas para declarar en los
rótulos o publicidades de los alimentos, porque puede generar confusión
entre los consumidores. No tiene el mismo significado que la palabra
“dietético” establecida en nuestro país.
* "Light"
Nuestra
legislación permite el uso del término “light” para establecer que en
un producto se redujo un mínimo del 25% de su valor energético o el
contenido de carbohidratos, azúcares, grasas totales, grasas saturadas,
colesterol o sodio, con respecto al producto original. También pueden
usarse las palabras “leve”, “bajo” y “reducido en”, para reemplazar el
término “light”.
¿Son bajos en calorías?
¡A
no confundirse! Que un alimento sea “light” no implica que tenga una
reducción de calorías significativa. En algunos casos, incluso, puede
contener una cantidad de energía muy similar al producto original. Por
ejemplo, existen quesos rallados, dulce de leche o galletitas “light”
que son reducidos en grasas pero no lo son en calorías porque tienen mas
cantidad de hidratos de carbono o proteínas en su composición.
Por
eso, debe especificarse en la proximidad del término el valor
energético o nutriente al que hace alusión y, si corresponde, se debe
aclarar el porcentaje de la reducción. Repasemos: las expresiones
“light” y “dietético” tienen significados diferentes y no son sinónimo
de “bajo en calorías”. Para saber qué alimentos nos conviene elegir si
estamos siguiendo un plan para adelgazar, debemos leer con atención las etiquetas y los rótulos nutricionales.
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