
Los hábitos alimentarios se forman durante los primeros años de vida, razón por la cual es importante estar preparados para este momento...
Algunas recomendaciones:
- La persona encargada de alimentar al niño debe estar tranquila, tener paciencia, y permitir al niño manipular y tocar los alimentos (es un juego para ellos),
- Evitar preparaciones de escaso valor nutritivo y alta saciedad (los purés amarillos por ejemplo),
- Introducir los alimentos de a uno por vez,
- Evitar la adición de sal en las preparaciones,
- Ante el rechazo de un alimento, no retirarlo de la dieta (la oferta reiterada favorece la aceptación),
- A medida que el niño madura variar las texturas de las preparaciones,
- Ofrecer agua al finalizar las comidas (evitar los jugos y bebidas artificiales),
- Cuidar la higiene al momento de preparar y manipular los alimentos,
- En familias con antecedentes de alergia, consultar con el pediatra los momentos de incorporar alimentos como el pescado y el huevo.
- Comenzar con una comida diaria, hacia los 8 meses aumenar a 2 ó 3 llegando a las 4 principales entre el primer y segundo año de vida.
- Recordar que los niños consumen pequeñas cantidades de alimentos, no forzarlos a comer un plato repleto de comida,
- Ofrecer alimentos que aporten hierro (el de mejor absorción es el proveniente de las carnes),
- Realizar preparaciones agradables a la vista y olfato, que puedan ser manipuladas fácilmente,
- Ofrecer variedad de vegetales (cocidos y sin cáscaras ni semillas) y frutas.
- Evitar el consumo de productos con alto contenido de azúcares, como los postrecitos comerciales,
- Agregar a los purés una cucharadita de aceite, o leche materna.
El rechazo de los alimentos nuevos es normal y
la repetición conduce lentamente a la aceptación de los mismos.
la repetición conduce lentamente a la aceptación de los mismos.
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