Los beneficios de comer en familia

Informe Knorr agosto 2008

Muchos son los motivos por los cuales las costumbres familiares, como compartir la mesa a diario, se han modificado durante los últimos veinte años: la multiplicidad de roles cumplidos por la madre, el ritmo acelerado que impone la vida moderna, la tercerización de las tareas parentales, la falta de tiempo para fomentar encuentros con todos los miembros de la familia.

Comemos parados, antes de sentarnos a la mesa; comemos solos y en silencio, mientras miramos la televisión, o en apenas unos pocos minutos.



La empresa Knorr desarrolló un informe global sobre la importancia de comer en familia.
Las conclusiones aportadas por profesionales de la medicina, la salud y el bienestar, fueron contundentes: compartir la mesa familiar impacta de manera positiva en el desarrollo físico, social y emocional de las personas, y particularmente de los niños.

Beneficios de compartir la mesa familiar:

Contribuye a mejorar:

• El vocabulario y el desempeño escolar: de acuerdo a estudios realizados por cada dosmil nuevas palabras que un niño agrega a su vocabulario, mil las escuchó por primera vez compartiendo la mesa familiar;
• La calidad de la dieta (mayor ingesta de frutas y verduras): existe una conexión entre la calidad de la dieta de los niños y el acto de compartir las comidas con frecuencia;
• La autoestima y los vínculos: compartir las comidas en forma habitual promueve la autoestima y el bienestar debido a las conexiones emocionales que se forjan con el transcurso del tiempo. A la hora de comer, la gente se llama por el sobrenombre, se hacen chistes y comentarios intimistas que consolidan el vínculo familiar. Con el paso del tiempo, estas interacciones repetitivas crean un sentido de pertenencia personal y una identidad de grupo.
• Generar hábitos sanos de alimentación: los niños aprenden por imitación de sus padres y de otros miembros de la familia, en consecuencia, el modo en que los progenitores interactúan con los alimentos, los preparan, cocinan e ingieren, les brinda a los chicos una orientación para su vida en el futuro.

Puede contribuir a disminuir:

• El consumo indebido de alcohol y drogas;
• Problemas de conducta;
• Riesgo de padecer trastornos alimentarios.

CONCLUSIONES DEL ESTUDIO:

Está comprobado que compartir la mesa familiar regularmente beneficia al desarrollo físico, social y emocional, tanto de niños como de adultos, y favorece al fortalecimiento de los vínculos intrafamiliares.

Este hábito permite disfrutar juntos de un tiempo de calidad y de constituir un ambiente de aprendizaje solidario y positivo, lo que impacta positivamente en el bienestar de las personas.

A nivel mundial existe la creencia de que los adultos que comparten la mesa familiar con regularidad tienen una vida mejor: establecen mejores relaciones, conversan más y mantienen un vínculo más sólido con su pareja.

El momento de la comida ocupa un lugar de privilegio en los hogares del mundo: es la ocasión en la que las familias se ponen al día con lo sucedido y conversan entre sí, aunque su importancia también trasciende los límites de la familia nuclear inmediata y redunda en grandes beneficios para la sociedad en general.

Sin embargo, la vorágine de la vida cotidiana dificulta cada vez más la posibilidad de reunirse para comer en familia, situación que se agrava debido a las presiones laborales y a los distintos horarios -encontrar el "tiempo" de comer juntos en familia es fundamental para mantener viva la tradición de compartir la mesa familiar. Esto genera un temor innato a que la menor frecuencia en compartir el momento de comer ocasionará la erosión de las tradiciones familiares y se considera que es un momento valioso que debe ser preservado.

Existe una tendencia creciente a comer con el televisor encendido

y a considerarlo como un miembro más de la familia.

Argentina supera la media mundial, convirtiéndose en el país

donde más se mira TV mientras se come.