- Fibra soluble: su principal característica es la de formar geles. Reducen la velocidad de vaciamiento gástrico, enlenteciendo por consecuencia la absorción de glucosa, de este modo se evita el aumento brusco de la glucemia, lo que las hace muy beneficiosas en caso de diabetes (disminuyen el índice glucémico)
Entre sus características se destacan la de su colaboración en la disminución del colesterol y el riesgo de enfermedades cardiovasculares. También por su permanencia en el estómago otorga sensación de saciedad (beneficio para las personas que desean bajar de peso) - Fibra insoluble: por las características de su composición son indigeribles para el ser humano.
Puede absorber y retener varias veces su peso de agua, razón por la que aumenta su volumen cuando está en el intestino y estimula la motilidad intestinal (previene la constipación, los divertículos y las hemorroides)
- Fibra soluble: pulpa de frutas y vegetales, salvado de avena, legumbres, semillas de lino, sésamo y girasol, avena arrollada.
- Fibra insoluble: salvado de trigo, frutas secas, cáscara y hollejos de las frutas, legumbres, hojas y tallos de vegetales, semillas de lino, sésamo y girasol y también en los cereales integrales.
Es aconsejable el consumo de 25 a 35 g. diarios de fibra, la misma debe ingerirse en forma paulatina y según tolerancia, ya que las personas que no están acostumbradas pueden sufrir al principio efectos desagradables como flatulencias y distensión abdominal, para disminuir los mismos se puede agregar a la cocción pequeñas cantidades de semillas de hinojo o anís, una vez que el organismo se adapta, los mismos desaparecen.
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