En el Día Mundial del Corazón, expertos cardiólogos explicaron a La Nacion los factores de riesgo cardiovasculares en el país y el
incremento de esas enfermedades
Fuente: www.lanacion.com
Por Victor Ingrassia
Sedentarismo, comida chatarra y tabaquismo concentran en su mayoría los problemas cardiovasculares en la sociedad argentina y en el mundo, según se encargaron de difundir un grupo de expertos consultados por LA NACION, con motivo del Día Mundial del Corazón que se celebra hoy.
Por Victor Ingrassia
Sedentarismo, comida chatarra y tabaquismo concentran en su mayoría los problemas cardiovasculares en la sociedad argentina y en el mundo, según se encargaron de difundir un grupo de expertos consultados por LA NACION, con motivo del Día Mundial del Corazón que se celebra hoy.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las
cardiopatías, o enfermedades cardiovasculares son las responsables del
30% de muertes en todo el mundo.
Alberto Alves de Lima, director de docencia del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires
(ICBA), adelantó tres parámetros para llevar una vida sana y con menor
riesgo para el corazón y las arterias: comer en base a frutas y
verduras, hacer actividad física y no fumar.
"Hay que evitar ingerir la comida rápida o chatarra. Por
lo menos caminar para aumentar el ritmo respiratorio. El ejercicio
aplicado hasta en pequeños espacios, incrementa la salud y la vitalidad
del corazón, ya que está comprobado que hacer actividad física reduce en
un 50% las probabilidades de sufrir estas enfermedades. Y por último no
fumar", indicó Alves de Lima.
Sedentarismo y tabaquismo
El sedentarismo es hoy uno de los enemigos de la salud
cardiovascular de los argentinos, ya que de una reciente encuesta
elaborada por TNS Gallup y difundida por la Fundación Cardiológica
Argentina (FCA), brazo hacia la comunidad de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), cuatro de cada diez personas hace actividad física sólo una vez por semana o ninguna.
"La persona sedentaria tiene las arterias más fijas y
tiende a que se hagan más gruesas y con tendencia a tener un problema
arteroesclerótico. Aquellos que hacen al menos una caminata de entre 30 a
60 minutos, la mayor cantidad de días de la semana, genera una
disminución en la rigidez de la arteria y disminuye la presión que se
ejerce sobre la sangre", afirmó a LA NACION, el doctor Roberto Peidró,
prosecretario de la FCA.
"Una persona que hace ejercicio hoy regularmente, aunque
sea una caminata y aquella que no lo hace, en diez años tendrá el 50 por
ciento menos de probabilidad de tener hipertensión arterial", completó
el especialista, que recomendó a la persona que ya padece hipertensión,
seguir un tratamiento médico adecuado, reducir la sal en la
alimentación, hacer ejercicio físico y atenuar factores externos
sociales como el estrés, o la depresión o ansiedad por problemas
personales o laborales. "La natación es un deporte excelente para
mejorar la actividad cardiovascular y circulatoria", resaltó.
El cardiólogo Ricardo Iglesias, presidente de la FCA
resaltó los datos de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, que
indican que entre 2005 y 2009 aumentó casi 10% el sedentarismo en la
Argentina, pasando de 46,2% a 54,9%, e indicó que se trata de un factor
de riesgo independiente para el desarrollo de enfermedades
cardiovasculares. "Las personas sedentarias tienen mayor predisposición
de sufrir hipertensión arterial, sobrepeso y obsesidad, diabetes tipo 2 y
alteraciones del metabolismo del colesterol", afirmó Iglesias.
"Según el Registro Interheart, publicado en la
prestigiosa revista The Lancet en 2004, de acuerdo a una evaluación de
29.000 personas en 52 países, el colesterol es el principal factor de
riesgo de infarto en el mundo, seguido del tabaquismo. Así, una persona
con colesterol alto tiene un riesgo 3,25 veces mayor de sufrir un
infarto en el término de un año", agregó Iglesias, que se mostró
contrario a las campañas que promueven el hedonismo en el hombre, donde
fumar o comer comidas rápidas embargan de placer a quien consumen
cigarrillos o comida chatarra.
Iglesias también destacó el elevado consumo de sal en la
Argentina. "Acá comemos de 16 a 18 gramos de sal por día. Lo recomendado
es 5 o 6. Por eso lanzamos la campaña "Sal de la mesa". Es lo mismo que
una campaña vial. Usar el cinturón de seguridad le salva la vida a una
persona el 0,0007 %. Pero en una comunidad salva el 7% de la totalidad
de los muertos por accidente de tránsito. Al bajar medio milímetro la
presión se evitan 2000 muertos por año. En Nueva York, por cada dólar
que el gobierno pone para que las empresas reciclen la sal [bajen su
contenido de los alimentos enlatados] y le pongan menos a los alimentos,
el estado al año gana 12 dólares respecto a los gastos de atención
médica", precisó.

Crecen los ACV
Los datos que maneja la OMS son por demás preocupantes ya
que cada año, 15 millones de personas en todo el mundo sufren o padecen
un accidente cerebrovascular.
En 2004, el accidente cerebrovascular causó 5,7 millones
de muertes en todo el mundo (9,7% de la mortalidad total), mientras que
en América latina acarrearon más de 250.000 muertes, pero para 2024 ese
número podría triplicarse como resultado del envejecimiento de la
población, afirma un reciente informe ¿Cómo reducir los accidentes
cerebrovasculares en Latinoamérica? presentado por un grupo de
especialistas de toda la región en el marco del III Conferencia
Latinoamericana de la Sociedad Internacional de Farmacoeconomía.
"Las enfermedades cardiovasculares se producen
principalmente por obstrucciones que impiden que la sangre fluya hacia
el corazón o el cerebro. Y una de las más graves es la Fibrilación
Auricular (FA) considerada la arritmia cardíaca sostenida más frecuente,
que constituye un alto factor de riesgo de padecer un accidente cerebro
vascular o ACV", afirmó Peidró.
Según el experto, en comparación con la población
general, las personas con FA tienen un riesgo cinco veces mayor de
sufrir un accidente cerebrovascular. La FA es responsable del 20% de los
accidentes cerebrovasculares isquémicos (accidentes cerebrovasculares
causados por un coágulo que bloquea un vaso sanguíneo en el cerebro).
El doctor Sebastián Ameriso, jefe de Neurología Vascular
de Fleni, aseguró a LA NACION que la FA "es una epidemia que ya está en
curso y en franco aumento, ya que al haber más expectativa de vida en la
población, aparece un mayor riesgo de padecerla. Un 20 por ciento de
las personas de más de 80 años la sufren, por lo que se incrementa más
el riesgo de contraer un ACV.
Así, el riesgo de accidente cerebrovascular en pacientes
con FA aumenta con la edad y con la adición de otros factores de riesgo
(p.ej., hipertensión arterial, accidente cerebrovascular previo y
diabetes). Entre los factores que ubican a un paciente con FA en el
grupo de mayor riesgo de padecer un accidente cerebrovascular se
encuentran: insuficiencia cardíaca congestiva, hipertensión arterial,
edad mayor de 75 años, diabetes y accidente cerebrovascular o ataque
isquémico transitorio previos.
"Por otra parte, los accidentes cerebrovasculares
relacionados con la FA son más graves, provocan mayor discapacidad y
tienen una peor evolución que los accidentes cerebrovasculares en
pacientes sin la FA", indicó Peidró. En un estudio mexicano, la
mortalidad a 30 días luego de un accidente cerebrovascular fue del 22%
en pacientes con historia de FA, en comparación con el 13,7% en ausencia
de la arritmia.
En América latina hay 3 millones de personas que padecen
esta forma de arritmia, pero sólo la mitad lo sabe. Las técnicas
actuales sólo pueden prevenir la FA en algunos pacientes. La terapia con
anticoagulantes reduce el riesgo de accidente cerebrovascular en
pacientes con FA. Cuando se usa en forma adecuada y se monitorea
cuidadosamente, reduce el riesgo de accidente cerebrovascular en
alrededor de dos tercios.

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