Por el verano, ya estalló la venta de productos para adelgazar
Por: Graciela Gioberchio
Se acerca el verano y estallan las ventas de los productos para
adelgazar. Entre los más promocionados figuran los suplementos
dietarios, un segmento que no para de crecer: sólo este año se habrán
vendido 56 millones de unidades, 18% más que en 2011 y un 24% más que
hace dos años, según estimaciones del Sindicato Argentino de
Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFyB).
La facturación que representa
este segmento no es poca cosa: 689 millones de pesos, 29% más que en
2010. Y poco más de la mitad se vende por Internet o venta directa por
televisión o a domicilio. Es un nicho más que tentador: se estima que el
mercado argentino tiene unos 13 millones de consumidores que gastan por
año un promedio de 53 pesos en productos.
Los suplementos
dietarios son compuestos de vitaminas, minerales, proteínas, lípidos,
aminoácidos, fibras dietarias y hierbas, entre otras sustancias. Todos
son de venta libre: vienen en grageas, comprimidos, polvos, caramelos
masticables o granulados efervescentes y se ofrecen en farmacias,
herboristerías, supermercados, servicios de venta directa y sobre todo
en Internet. La ciberfarmacia y la venta directa por televisión son muy
difíciles de controlar. Y ésta es la época en que más se consume.
Nutricionistas consultados por Clarín advierten que hay que
tener mucho cuidado con estos productos, que deberían ocupar el tercer
lugar en las alternativas para adelgazar, después de una dieta
equilibrada y la práctica de actividad física. Dicen que ninguno de
ellos es “milagroso” y que sólo algunos son elaborados en base a
ingredientes naturales y tienen estudios clínicos que los avalan. Para
evitar engaños y efectos adversos, hay que mirar atentamente los envases
ya que están aprobados por la Administración Nacional de Medicamentos,
Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) como alimentos, no como
medicamentos. El organismo reconoció que sólo en 1 año se inscribieron
300 suplementos importados.
“En la Argentina, el 32% de los
adultos tiene sobrepeso y el 11% obesidad. Y se estima que hay un 55%
que está tratando de perder peso”, apunta Marcelo Peretta, doctor en
famarcia y bioquímica y titular del SAFyB. “Si se decide acompañar un
programa para perder peso con un nutracéutico se debe consultar a un
especialista en nutrición o a un médico”, señala la médica Mónica Katz,
directora de los Cursos de Posgrado de Nutrición de la Universidad
Favaloro. “En general –agrega-, al ser ingredientes naturales de
alimentos no se asocian con efectos adversos. Sin embrago, algunos no
son ingredientes naturales y deben ser supervisados por profesionales”.
Los
farmacéuticos también juegan un papel clave a la hora de vender este
tipo de productos. “En algunas farmacias han comenzado a informar a la
gente acerca de la importancia de calcular su índice de masa corporal,
medir la circunferencia abdominal (obesidad a partir de 80 cm en mujeres
y 90 cm en hombres), y de recordarles que el farmacéutico está
capacitado para explicar cuál es la función de cada suplemento y cuál es
la dosis adecuada. Porque lo que le hace bien a uno no necesariamente
le hace bien a todos”, destaca Peretta.
Los suplementos dietarios
están contemplados en el Código Alimentario Argentino. La fiscalización,
a cargo de organismos nacionales, provinciales y municipales, abarca
auditorías, análisis de laboratorios y controles de rótulados. Los
importados, son controlados antes de que se empiecen a vender en el país
por el Programa de Monitoreo de Alimentos Importados del Instituto
Nacional de Alimentos (INAL).
Sin dar cifras, el organismo informó
que durante el último año se retiraron suplementos dietarios del
mercado por falta de inscripción, por tener registros vencidos o dados
de baja o por fallas en el rotulado.
En la ANMAT dijeron a Clarín
que “muchos de los anuncios publicitarios que se observan por Internet
o a través de correos electrónicos podrían ser de productos no
aprobados. Por eso, con el fin de proteger a los consumidores, se
desaconseja su consumo y se sugiere la consulta previa”. El listado de
los productos registrados se puede consultar en
www.anmat.gov.ar/Alimentos/Alimentos.asp.
Katz es contundente a la
hora de evaluar el rol que hay que otorgarles a los suplementos
dietarios. “El secreto básico para tener y mantener un cuerpo cómodo y
sano es asociar una alimentación balanceada, en porciones adecuadas y
placenteras junto con actividad física. Luego, los nutracéuticos o
suplementos dietarios son complemento de un estilo de vida saludable. Si
se espera magia solo se obtendrá eso: una ilusión y lo que se llama
síndrome de falsa expectativa, es decir ‘espero grandes cambios y me
desilusiono, abandono todo y agrego kilos junto con el fracaso’ ”.
"Es un error creer que todo lo natural es bueno"
“La venta de los suplementos dietarios crece año a año en todo el
mundo porque adelgazar es muy difícil y eso se ha convertido en un nicho
impresionante para la industria de estos productos”, afirma a Clarín
la toxicóloga canadiense experta en seguridad y regulación
alimentaria, Bernardene Magnuson, de paso por la Argentina, invitada por
ILSI Argentina (Instituto Internacional de Ciencias de la Vida) para
hablar en el reciente Congreso Argentino de Diabetes. La especialista
sostiene que es necesario que los organismos reguladores públicos
intervengan directamente en la autorización y venta de estos productos y
apunta al peligro de las ciberfarmacias. También asegura que si están
mal utilizados pueden causar riesgos para la salud.
¿Cuáles son esos riesgos?
Básicamente
su toxicidad y su interferencia con otros medicamentos. Existen muchos
informes que dan cuenta de estos problemas. Hay suplementos de
preparados que se han hecho de una manera tradicional desde hace muchos
años, pero ahora se convirtieron en suplementos dietarios y se ha
modificado el método de preparación. Un ejemplo es la planta de efedra
que en la medicina tradicional dio buenos resultados para combatir la
tos, pero después la gente empezó a usarla para bajar de peso en forma
de comprimidos y en dosis muy altas y ahí empezaron a aparecer informes
de toxicidad severa porque causa daño hepático.
¿Y qué otro?
La
posibilidad de que se produzcan interacciones con medicamentos. Hay
ejemplos bien documentados: uno de ellos es la hierba de San Juan, un
suplemento que se usa como antidepresivo y está probado que interfiere
con la medicación oncológica. Otro caso es el jugo de goji (un fruto con
alto contenido en antioxidantes) que anula el efecto de la medicación
anticoagulante.
Ante la gran variedad de suplementos
dietarios que ofrece el mercado ¿es posible conocer todas las
interacciones que pueden causar con los medicamentos?
No.
Sólo se conocen algunas. Por eso, quienes sufren determinadas
patalogías y toman medicación tienen que ser precavidos y consultar con
su médico. Siempre digo que si se come menos y se ejercita más no hay
demasiados riesgos y funciona: se adelgaza.
¿Por qué cree que mucha gente no repara en los daños que pueden causar algunos suplementos dietarios?
Existe
la tendencia a creer que todo lo que es natural es bueno y eso es una
creencia errada: hay muchos ejemplos en la naturaleza de cosas que son
peligrosas para la salud y hay muchos productos producidos por el hombre
que son muy buenos y seguros. Por ejemplo, en cuanto a nutrientes, la
vitamina A en altas dosis puede ser sumamente peligrosa; hay peces y
hongos que tienen sustancias tóxicas que una vez capturados tienen que
ser preparados de manera especial para que no sean dañinos.
Y muchos consumidores se informan, eligen y compran por Internet.
Sí,
cada vez más, pero para estos productos Internet no es una buena fuente
de información, a menos que se recurra a informacion oficial de las
autoridades que los autorizan. La mejor recomendación para los
consumidores es que estén atentos y en alerta.
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