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martes

Comer sano en la oficina

Si el plan es adelgazar para llegar en forma a la temporada de playa, el primer lugar donde empezar a recortar calorías es en el trabajo


La oficina puede desbaratar cualquier plan de comer mejor . Primero, porque cuesta resistirse a las medialunas de los viernes, las tortas de cumpleaños y los after office . Segundo, porque en general en la oficina o se come mucho, o no se come nada. Desde los que almuerzan un yogur -a pesar de que los especialistas insisten en que "no es una comida, es una colación"-, hasta los que se tientan con la oferta del menú ejecutivo de la parrilla de la esquina, ninguno de los extremos es bueno.

El almuerzo laboral ideal

¿Cómo debería ser el almuerzo laboral ideal? Con carnes magras (pollo, pescado) o harinas. Dependerá de las posibilidades económicas y del tiempo: si podemos sentarnos a comer, mejor. Si no, el sándwich es siempre un buen salvavidas, ya sea con pollo, peceto y verduras; o vegetariano, con queso, vegetales y legumbres.

Si el programa es ir a una parrilla

En esta época de brindis y festejos de fin de año , la parrillada al mediodía suele ser un clásico. A no desesperar: los expertos aportan algunos tips para disfrutar sin excesos.

  • Evitar la "parrilla libre" y ordenar un plato para cada uno o, si las porciones son XXL, compartirlas.
  • Tener en cuenta que los cortes de carne más magros son: lomo, cuadril, peceto y vacío.
  • Compartir la porción de fritas entre dos o tres ahorra una buena cantidad de calorías.
  • Mientras se espera a que llegue la comida, pedir la bebida para aumentar la saciedad. Las gaseosas light con hielo son las que más satisfacen. También se puede comer una ensalada de entrada, condimentada con vinagre, limón o aceto balsámico.




De merienda, un cafecito: otro error

Horas después del almuerzo, para pasar la tarde, muchos recurren al cortado o al mate, y se disponen a "aguantar" el hambre hasta la cena. Para quienes comen temprano, no hay mucho problema. Pero para otros, dejar pasar tantas horas con apetito puede ser un verdadero pasaporte al descontrol.
Comer cada tres horas mantiene estables los niveles de azúcar en sangre y disminuye los "picos" de insulina. Cuando se estira el tiempo entre comidas, la insulina alcanza niveles más altos, y despierta más apetito y una mayor predisposición a formar grasa.

After office fatal

Superamos con éxito el almuerzo, evitamos las medialunas y merendamos como corresponde, pero nos queda otro obstáculo por sortear (posiblemente, el más duro): el after office. Imaginemos que la noche estival invita a hacer escala en un bar antes de volver a casa, para disfrutar de una clásica "picadita" entre amigos. En este punto, conviene aprenderse las calorías de cada ingrediente, para ver qué evitar o remplazar.
 Algunos componentes que se pueden añadir para hacer una picada más saludable son: almendras, tallos de apio, pickles, tomates secos, champignones u hongos secos, pepino agridulce o salado.
En cuanto a bebidas alcohólicas, el Fernet es la más engordante: un solo vaso con cola común puede sumar 230 calorías. El daiquiri -y otros tragos frutales- aporta unas 200 calorías, dependiendo de la medida de alcohol y de los jugos que se agreguen.
Al final del día laboral, y después de superar semejantes tentaciones, sobrevuela una pregunta: ¿no es hora de empezar a cambiar el dicho que reza que "a cuidarse se empieza por casa"?


Especialistas consultados:
Dra. Mónica Katz, codirectora del posgrado en Nutrición de la Universidad Favaloro.
Dr. Alberto Cormillot, especialista en nutrición.

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