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Llevar
una botella de agua a la mesa y servir en los vasos de todos los
comensales: es una forma de promover el hábito saludable casi sin darnos
cuenta. El consumo de agua es bajo durante las comidas, donde se
produce el 70% del consumo de líquidos.
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Incluir una
botella de agua fresca entre las bebidas y ofrecerla a quienes nos
rodean siempre tendrá aceptación y es un granito de arena más para
promover una hidratación saludable. Los argentinos consumimos más
bebidas saborizadas que agua cuando estamos acompañados.
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Tomar un de
vaso agua antes de ir a dormir y al despertar, antes o durante el
desayuno, ya que, mientras dormimos, el cuerpo también pierde agua.
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Tener una
botella de agua grande todos los días y desafiarnos con vasos a
“terminar de tomarla” a lo largo del día: No esperemos a tener SED ni
BOCA SECA. Esta es una forma lúdica para estar bien hidratados. Cuando
aparece la sed o la sensación de boca seca ya existe un comienzo de
deshidratación.
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Probá tomar
agua cuando tengas dolor de cabeza, sueño, falta de energía y
concentración, ya que también pueden ser “llamados del cuerpo” por falta
de agua.
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Disponer de una
botella de agua a la vista en los lugares donde estamos (cocina, sobre
la mesa del living o escritorio de trabajo) ayuda a beberla con más
frecuencia. Los argentinos consumimos agua menos de una vez por día.
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Beber agua a
temperatura natural, ya que las temperaturas extremas de las bebidas,
frías o calientes, hacen que se consuma menos cantidad.
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Hidratarse
antes, durante y después de la actividad física con pequeños sorbos de
agua: cuando hacemos actividad física, no sólo extrema, sino caminata o
ejercicios suaves, el cuerpo pierde más agua. En esos momentos, si no es
posible llevarla con nosotros, es importante prever donde y como
adquirirla.
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Tener una
botella a mano en la playa o en la piscina, ya que, al estar mojados,
puede no sentirse sed pero se pierden líquidos por movimiento, calor y
sudor.
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Ingerir más
agua durante el embarazo y la lactancia debido a que el líquido
amniótico contiene un 90% de agua y la leche materna un 85%. Mientras se
da el pecho es normal tener mucha sed, por eso es importante que la
mamá esté bien hidratada y antes de comenzar a amamantar, debe beber y
acompañar con agua ese preciado momento.
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Colocar una
botella de agua en el bolso o mochila de los niños: Los niños tienen
mayor riesgo de deshidratación, se encuentran en movimiento continuo y
pueden transpirar mucho, por eso para ir al colegio y al club permite
ayudarlos a estar hidratados siempre, de la manera más saludable.
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Generar en los
adolescentes el hábito saludable de tomar agua, explicándoles los
beneficios relacionados con las problemáticas de su edad, por ejemplo
para la salud de la piel, de la silueta y de los dientes; invitándolos a
que consuman agua durante algunos días para ver las diferencias. Los
adolescentes son quienes menos agua toman y en contrapartida más bebidas
azucaradas consumen. Generar en ellos el hábito saludable es un desafío
grande pero no imposible.
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Consumir agua a
lo largo del día y disponer un vaso en la mesa de luz para beber
durante la noche si es un adulto mayor, ya que con la edad disminuye la
capacidad de sentir sed y existe mayor riesgo de deshidratación.
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Un consejo de oro: al momento de decir “dale, vamos!”, recordá que DALE significa Documentos, Agua, Llaves y Efectivo.
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